BLACK SAILS. (SERIE TV 2014-2017)

Todo un soplo de aire fresco
esta serie de piratas creada por Jon Steinberg (“Jericho”) y Robert Levine
(“Touch”), cuatro temporadas, 38
episodios (8+10+10+10) para la cadena Starz, alejado
de los productos juveniles de sagas fantásticas a lo “Piratas del Caribe”, aquí
prima la profundidad de los personajes, el mensaje idealista, el guión
trabajado, la complejidad de las relaciones humanas, en un relato que mezcla de
modo maravilloso la acción y el drama de forma penetrante. La acción tiene su
epicentro en la isla de New Providence, siendo una precuela de la novela de
aventuras “La isla del tesoro” (1883) del escocés Robert Louis Stevenson, situándose unas dos décadas antes de los
acontecimientos de los hechos narrados en el libro, edad de oro de la piratería . El relato se presenta en el primer
episodio, "En 1715 las Indias Occidentales, los piratas de la isla de Nueva Providencia amenazan el comercio
marítimo en la región. Las leyes de cada nación civilizada los declaran hostis humani
generis , enemigos de toda la humanidad. En respuesta, los piratas se adhieren a
una doctrina de su propia .... guerra contra el mundo ". Aparecen mezclados piratas de ficción (Capitán Flint, John Silver
el largo, Billy Bones,...) con otros reales (Anne Bonny, Benjamin Hornigold, Jack Rackham, Charles Vane, Ned Low, Israel Hands y Barbanegra). La ambientación resulta de enorme
brillantez, Michael Bay (“Armaggedon” o “Transformers”) está en la producción y
se nota en la recreación realista, con unos barcos imbuidos de autenticidad,
con abordajes magníficamente rodados, con salvajismo atávico, asimismo mostrando un mundo de piratas
alejados del glamur en que se exhiben en otros productos, gente rastrera,
violenta, egoísta, codiciosa, antihéroes de fuerte carácter que les convierte en
humanos. Además sustentado por una galería de actores que brillan por lo bien
que transmiten toda una gama de emociones.



Durante la Edad de oro de la piratería el temido Capitán Flint (Toby
Stephens) y a su lugarteniente Gates (Mark Ryan) le llega información sobre un
cargamento de oro, siendo vital para saber la ruta que seguirá este preciado
botín una hoja con las coordenadas, esta llega a manos de un cocinero, John
Silver (Luke Arnold) de un navío asaltado por el capitán, comenzando entre los
dos un juego del gato y el ratón por hacerse con la hoja, teniendo el centro de
esta disputa la ciudad caribeña de Nassau, nido de piratas regido por la
empresaria contrabandista Eleonor Guthrie (Hannah New). En el relato tendrán
importancia personajes como los piratas Billy Bones (Tom Hopper), Charles Vane
(Zach McGowan), Jack Rackhan (Toby Schmitz), Anne Bonny (Clara Paget),
Barbanegra (Ray Stevenson), Captain Benjamin Hornigold
(Patrick Lyster), Dufresne (Roland Reed); La prostituta francesa de Nassau, Max
(Jessica Parker Kennedy), la mano derecha de Eleonor es el Sr. Scott (Hakeem
Kae-Kazim), el hombre enviado por Londres para tomar el control de Nassau,
Woode Rogers (Luke Roberts), la pareja del capitán Flint, la Miranda Barlow
(Louise Barnes); hay muchos más.



Es una inteligente serie que
te atrapa ya desde su impactante y genial inicio, asistimos a la toma del barco
en que sirve John Silver desde su punto de vista cobarde, escondido en la
cocina mientras oye toda la algarabía exterior, ello teniendo que lidiar con un
cocinero, para luego desembarcar en Nassau, se añade un electrizante duelo
entre Flint y un aspirante a capitán (Singleton), unas escenas de sexo, un
perspicaz guion, surtido de mordaces dosis de humor, una presentación de
protagonistas (corales) maravillosos, y ya tenemos el caldo del que se surtirán
los capítulos, una arrolladora entrada, sembrando la semilla del McGuffin que
será el tesoro del Urca de Lima, con sus intrigas, alianzas, y deslealtades
egoístas. Los guiones cuidan con mimo las relaciones entre los personajes, teje
una red de sentimientos entre ellos que es el motor de su desarrollo, habiendo
toda una galería de afrontarlas con lealtades, traiciones, camaradería, idealismo, alianzas, desconfianzas, amores, ilusiones, inseguridades, y ello
con incisivos giros de guión, donde lo previsible no existe, siempre te
sorprenden. Unos protagonistas con aristas, matizados, imperfectos, impulsivos,
egoísmo, viscerales, amoralidad, sexo, y mucha violencia. Con unos
protagonistas que evolucionan gradualmente mientras chocan entre sí,
entrelazando entre ellos una red de interese comunes frágiles. Relato que tras
su fachada de aventuras filibusteras se halla una reflexión sobre las tiranías
imperialistas, sobre revoluciones contra la opresión, una loa al
individualismo, a las ansias de libertad (la de los esclavos negros), siendo
estos piratas una alegoría de los guerrilleros que intentaran cambiar el status
quo.
Historia coral en que
diferentes tramas se van cruzando y a la vez retroalimentándose unas de otras y
todo esto equilibradamente, siendo el corazón e hilo conductor vertebrador el
ascenso de un cocinero con mucha labia, John Silver, al temible pirata Long
John Silver, evolucionado de modo gradual, siendo el escenario una ciudad
caribeña, Nassau en plena ebullición pirata, donde rige el darwinismo, la ley
del más fuerte. Serie que no escatima en brillantes escenas de acción (tremenda
la originalidad de ver el abordaje de un barco a través de la mirada subjetiva
de un primerizo en estas salvajes lides, captando su miedo y pavor), con
abordajes, batallas navales, batallas en tierra, persecuciones marítimas,
asedios a ciudades, duelos, sangre, desmembramientos, ejecuciones, explosiones,
naufragios, pasara gente por la quilla, y todo con gran realismo, sintiéndose
cercano. Por supuesto tratándose de la cadena Starz (la misma que la grandiosa
“Spartacus”) no pueden faltar escenas de sexo cuasi-explícito, donde los
cuerpos desnudos se funden pasionalmente, no siendo gratuito, pues
orgánicamente es un duex machine, siendo valiente al hacernos ver todo tipo de
tendencias eróticas (hetero, gay, lésbico, tríos, orgías,...), aunque con el
devenir de las temporadas este aspecto va aminorando bastante a favor de la
travesía psicológica de los personajes.

Toby Stephens como el capitán Flint realiza una actuación rebosante de carisma, racial, impetuoso, de rostro pétreo dejando entrever sus grietas; Luke Arnold está sensacional como John Silver, con un arco de desarrollo fenomenal, del dicharachero, pícaro y extrovertido simpático del principio, al adusto pirata del final, hay una gradualidad tremenda; Zach McGowan como el pirata Charles Vane resulta majestuoso, todo un hallazgo, me hubiera gustado más de él, un rostro felino que magnetiza, derrochando dignidad y orgullo salvaje; Tom Hopper como Billy Bones está notable exponiendo ser un tipo visceral y a la vez sibilino; Toby Schmitz como el filibustero Jack Rackham deja constancia de sus dotes oratorias, estupendo; Luke Roberts como el capitán Woode Rogers expone personalidad un tanto forzada; Ray Stevenson es una presencia magistral, derrochando carácter y una poderosa personalidad que desborda la pantalla; Hannah New como Eleanor Guthrie cumple en su rol, una belleza a la que le falta algo de mala leche en rostro angelical; Jessica Parker Kennedy como la inteligente Max, está bien, sabiendo exhibir sentimientos encontrados,a demás de una turbadora beldad; Clara Paget como Anne Bonny realiza una contundente interpretación como una mujer dura, mezclándolo con debilidades humanas, espléndida; Hay muchos más.

La puesta en escena resulta prodigiosa, ya desde sus Colosales títulos de crédito, de los mejores que he visto (y he visto muchos), un alarde de virtuosismo, con un montaje de figuras primorosas de porcelana referentes a la piratería, creados por "Imaginary Forces" por los directores Michelle Dougherty (“Hermanos de sangre” o “Boardwalk Empire”) y Karin Fong (“Hellboy” o “Terminator: Salvation”), y ello adornado por la magna música de Bear McCreary (“The Walking Dead” o “Outlander”), de resonancias épicas marineras de las que estremecen por su fuerza dramática en los coros, con melodías de violines, con gaitas exultantes, incluso con un manejo excitante de la zanfona. Hay un fascinante diseño de producción de Wolf Kroeger (“Enemigo a las puertas” o “Prince of Persia”), rodándose en los Cape Town Film Studios en Sudáfrica, para la construcción de los barcos y los detalles de éstos se necesitó de más de trescientos trabajadores, todo cuidado con un mimo por el detalle sibarita, con un impresionante diseño de vestuario de Marina Draghici (“La zona gris”), y Tim Aslam (“Los miserables”), siendo una inmersión brutal en este tiempo. Con una magistral labor de la fotografía recreando momentos extraordinarios, componiendo lienzos con sabor a obras pictóricas de la época, jugando en interiores con los contraluces, con los claroscuros, con la luz tenue, con los tonos pastel, sensacional, en exteriores llena de vigor la pantalla, con planos generales que llenan de esplendor los fotogramas, con las líricas tomas de los barcos surcando los mares, o en la acción, con virguerías visuales asombrosas, como ese plano secuencia (falseado) del asalto por parte de vane a una caravana con el tesoro, o las diferentes batallas tanto navales como en tierra.
Spoiler:

Segunda temporada: Arranca
donde acabó la primera, tras el motín en el barco de Flint, este y Silver se
encuentran varados en una isla pero la sorpresa es que descubren varado el Urca
de Lima, accidentado tiene el tesoro sobre la playa, toda la temporada girará
en torno a cómo robarlo. En Nassau Eleonor debe enfrentarse al poder que ha
tomado el pirata Charles Vane, además está la sanguinaria aparición de un sanguinario
filibustero, Ned Low, que tiene en su poder a un importante rehén, este será el
motivo del clímax final de temporada en la ciudad de Charlestown, atronador
tramo rebosante de espectacularidad. Max se ha hecho con el control del burdel,
ayudada por Jack Rackhan (este en horas bajas sin barco y marginado en la isla
por haber traicionado a Vane) y Ann Bonnie, iniciándose entre los tres un turbio
y turbador affaire; asimismo la temporada estará punteada por varios incisivos
flash-back en que descubriremos el sórdido pasado del oficial ingles James
McGraw (ahora Flint), sus intrigas en Londres, ello en relación con el matrimonio
Hamilton (Miranda y Thomas), derivando en un giro impactante y atronador por su
fuerza dramática. Todo confluyendo en el final de temporada en Charlestown,
extraordinario. También hace aparición en su rush concluyente el mítico (y
real) pirata Barbanegra (Ray Stevenson, inolvidable
Titus Pullo en la brillante serie “Roma”).
Tercera temporada: Novedad
importante es la introducción de un semi-reino oculto en una isla perdida en el
Caribe, regida por el Sr. Scott y su esposa, sus habitantes son proscritos y
negros esclavos huidos, este se alía con la causa de Flint y Silver. Las tensiones
entre Barbanegra y Vane son chispeantes. Aparece en escena el capitán Woode
Rogers que intentará con mano de hierro con la ayuda de Eleonor, siendo el
culmen el ahorcamiento de Charles Vane. Siendo un gran guiño a la novela en que
se basan su final, con la creación cuasi-mitológica de un pirata semi-Dios Long
John Silver.
Cuarta temporada: Continúan
las batallas por controlar Nassau, ello para los piratas como espoleta para su
ansiada Revolución. Las muertes importantes son un reguero, sublime por su
crueldad la de Barbanegra, pasado varias veces por la quilla, duele verla. Las
tensiones entre Filnt y Silver con el díscolo Billy Bones se agudizan, explotando
en disputas sin vuelta atrás. Teniendo todo su tramo final en la afamada isla
Esqueleto. Hay una subtrama con Rachan, Bonnie y Max intentando ganar un “mecenas”
que financie su vuelta para tomar Nassau. Con el choque entre Flint y Flint,
ello uno defendiendo a su amada y el otro la causa. Acabando con un final
satisfactorio, que no homérico.

Capitán Flint: “Cuando el rey nos marcas piratas, no se
refiere a hacernos adversarios. Él no quiere decir que nos haga criminales. Lo que quiere decir para hacernos
monstruos. Por eso es la única
forma en que sus temas, que pagan impuestos temerosos de Dios pueden dar
sentido a los hombres que mantienen lo que es suyo y el miedo a nadie. Cuando digo que hay una guerra que
viene, no me refiero con el rey George o Inglaterra. La civilización está por venir. Y significa exterminarnos.”
En conjunto queda uno de los
hitos modernos de la televisión, al que no se le ha dado la importancia que
debería. Fuerza y honor!!!