martes, 16 de diciembre de 2014




MILLION DOLLAR BABY. (2004)

Este 15 de diciembre de 2014 se cumplen 10 años del estreno de una Obra Maestra y merece un recordatorio como mínimo esta “Million Dollar Baby” donde Clint Eastwood volvió a sentarse en el Olimpo de los Más Grandes, demostrando que contando una historia sencilla, honesta, y muy humana se puede aún sorprender al público, su Maestría es infinita, un lúcido tipo que a sus 74 años nos regalo una estremecedora historia sobre  unos perdedores que rezuma clasicismo (ya desde el logo de la Warner en b/n), serenidad, mesura, una Obra que huele a lo mejor de John Ford, y es que este realizador la hubiera envidiado. Clint sabe llevarte por lo que parece una historia de superación, el clásico “Sueño Americano”, con el telón de fondo del McGuffin del boxeo, una metáfora de cómo hay que luchar en la vida, para en su íultimo tercio arrearte un sopapo en el alma, y hacer que un punzón se te adentre en el corazón, que te haga turbar, ponerte el vello de punta, te provocara escalofríos (palabra que utilizaré mucho en mi crítica), te sacudirá los sentimientos, y esto lo consigue Clint gracias a un sublime guión de Paul Haggis (“Crash”o “Banderas de nuestros padres”), dotado de un hilo narrador voz en off encajado de modo Homérico, con diálogos mordaces, punzantes, divertidos, profundos, con una Fascinante construcción de personajes, un puñado de perdedores que intentan escapar a su misero destino, y con un trío protagonista mayúsculo, CLINT EASTWOOD, HILLARY SWANK y MORGAN FREEMAN, a lo que acompaña una Sobresaliente ambientación que encauza de un modo sutil las trémulas emociones.


El escenario principal es el Hit Pit en Los Ángeles, un decadente gimnasio para preparar boxeadores, lugar al que acuden todo tipo de desarraigados, el dueño es Frankie Dunn (gran Clint Eastwood), veterano entrenador de pugilistas en horas bajas, un lacónico y adusto tipo, vive atormentado por que su hija no quiere saber nada de él, reflejado en las cartas que le envía y le devuelven sin abrir, también va a menudo a la Iglesia donde angustia con sus continuas dudas al Padre Horvak (buen Brian F. O'Byrne )es adepto a la alectura del poeta irlandés Yeats, asimismo gusta de aprender gaélico. El Hit Pit tiene como bedel a Eddie “Scrap” Dupris (gran Morgan Freeman), avejentado exboxeador gran amigo y confidente de Frankie, perdió un ojo en un combate, hecho por el cuál se culpa Frankie que lo entrenaba y no tiró la toalla a tiempo, “Scrap” es además el narrador en “off” del relato. Hasta el Hit Pit llega Maggie Fitzgerald (gran Hilary Swank), mujer de 31 años, camarera que sueña con salir de su misera vida a través del boxeo, proviene de las montañas Orzak en Missouri, anhela que la entrene Frankie, este se niega pues dice no entrena a niñas, pero la testarudez de Maggie hacen ceder a Frankie que decide a regañadientes prepararla, siendo el mantra de sus consejos <Debes protegerte en todo momento en el ring>. Comenzando una serie de asaltos que la haran escalar en el ranking puglistico, además de ir forjándose vínculos paterno-filiales entre Frankie y Maggie, pero en el último tercio de la historia se producirá una catarsis que… En el relato tendrán cierto peso otros personajes, la madre de Maggie (buena Margo Martindale), un boxeador que deja a Frankie,  Big Willie Little ( Mike Colter ), o un escuálido e ingenuo chico que fantasea en el gimnasio con ser campeón, “Peligro” Barch ( buen Jay Burachel ).

El proyecto no fue un camino de rosas, varios estudios rehusaron poner los 30 millones $ requeridos, no veian éxito en la empresa, Clint convenció a Lakeshore Entertaiment para poner la mitad de la plata (tendrían derecho a la distribución en el extranjero) con la Warner, que pondría la otra mitad. Eastwood rodó en menos de 40 días, entre junio y julio de 2004 en Los Ángeles, siendo un tremendo éxito taquillero.




El film juega con el espectador, creemos estar en presencia de la clásica historia de boxeador entrenado por cascarrabias que gracias a su empuje y tesón llega a lo más alto, no doy nombres, pero hay decenas de films, y aunque solo fuera así hubiera quedado contento por la forma tan humanista e intimista que Eastwood nos lo relata, pero en el tercio final la cinta vira y hace se nos clave un aguijón perenne en lo más hondo de nuestros sentimientos, haciendo eterna la historia en nuestro subconsciente, ello lo hace sin acudir a la sensiblería, ni al maniqueísmo fácil, lo hace con nobleza. Clint nos obsequia con una densa historia bañada en una tremenda nostalgia, un tsunami de melancolía recorre cada fotograma,  sobre un tipo en el ocaso de su vida que encuentra en una chica motivo para la redención de sus pecados, una perdedora solitaria que busca un sentido a su patética vida peleando, física y espiritualmente, y el tercer vértice es la voz del sabio crepúsculo, un anciano tuerto, un Polifemo que es la voz de la experiencia, de una vida que le ha golpeado pero no vencido, todos ellos personajes que por más bajo que estén serán íntegros y alzaran la cabeza, serán una familia, Maggie (perdió a la única persona que la quiso, su padre) una hija para Frankie (su hija no quiere saber nada de él). Protagonistas oprimidos por un pasado duro, que buscan salidas en el presente, evocando temas como el perdón, los sentimientos de culpa, la esperanza, la superación personal, los sueños, la amistad, la lealtad, la familia, el dolor, la fe, la búsqueda de la felicidad (de nuestro Innisfree), las relaciones paterno-filiales, en esto último Eastwood lo hace bandera en varios de sus films, radiografiando familias tradicionales vs. familias artificiales, esto se aborda de ciertas maneras en "Un mundo perfecto", "Los puentes de Madison", "Poder absoluto" o "Mystic River" anterior a esta, y “El intercambio” o “Gran Torino” posteriores,  Clint toca temas crepusculares sobre el lapidario lastre de la vejez, con poso de amargura, pesimismo y ansias de exoneración.

Lucia Rijker (Blue Bear)

Clint lo cuenta con un conmovedor sentido lírico, removiéndonos las entrañas, buscando reflexionemos, pensemos, tomemos partido, ahonda en la compleja Condición Humana. Clint sabe conjugar formidablemente el tono dramático con dosis maravillosas de humor, y aún así sin alejarse del patetismo, incluso nos empuja hacia la vertiente religiosa con las conversaciones teológicas entre Frankie y el sacerdote. Explora los golpes del destino, el existencialismo vital, se adentra en las dudas morales, en las encrucijadas que te ponen en la tesitura que hagas lo que hagas te arrepentiras, introspecciona a los personajes con un gran sentido poético, lo hace acunada la narración sobre la voz en off de Morgan Freeman (como ya hizo en “Cadena perpetua”), que atomiza su sentido en el final, resultando en formato fílmico un poema de amor a la vida y la Ilusión por superar las dificultades, apoyado en un Monumento a las relaciones humanas, de las que manan enternecedoras situaciones en un crescendo dramático que se torna asfixiante, enguyendonos una intensidad angustiosa que desemboca en un final que nos hace tamablearnos anímicamente. Clint sabe inundar de empatía a sus personajes, dotando de personalidad a los secundarios a los que dá sus minutos de gloria en subtramas sugestivas, como la de “Peligro”, o como la de  “Big Willie Little”, o la de la penosa familia de Maggie.

El realizador californiano desarrolla su relato con ritmo sereno pero fluido, en ciertos tramos acudiendo a los silencios, para dejar el peso sobre las miradas y los gestos, apoyándose en recursos de guión sugestivos, los calcetines de Scrap, la lejía, la botella de hielo, la tarta de limón, el punching, la poesía de Yeats (sirve para tributo a John Ford y su “Innisfree”), la lengua gaélica, de la que deriva el alias de Maggie "Mo Cuishla" (no nos enteramos hasta el estremecedor final de su significado). También es destacable el uso que el realizador hace de la relación de Frankie con su hija, no sabemos que les sucedió, deja el espectador imagine, tampoco hecha mano de los manidos flash-backs que te lo dan todo masticado (podría hacerlo para el combate en que perdió el ojo Scrap), hace del público una persona inteligente.





La puesta en escena refleja una sobriedad engañosa, pues en su austeridad no hace más que remarcar la frugalidad de los protagonistas, empezando por un excelente diseño de producción de Henry Bumstead (“Vertigo”, “Matar a un ruiseñor” o “El golpe”) haciendo del gimnasio un protagonista, un desvencijado y mugriento lugar que parece la anmtesala del purgatorio donde van a parar los que nada les queda, o el parco apartamento de Maggie, o … todo esto potenciado dramáticamente por la EXTRAORDINARIA  fotografía de Tom Stern (habitual de Clint, “Mystic River”, “Gran Torino” o “Banderas de nuestros padres”) , envolviendo cada imagen en un trémulo halo de expresionismo vital, siempre poca luz, jugando con las sombras, la penumbra, los claroscuros, los contraluces, con secuencias cuasi-chinescas (bellas las tomas a contraluz de maggie golpenado el saco), componiendo con impresionantes encuadres postales de una belleza sibarita, haciendo del gimnasio un lugar de cuasi-ultratumba, un lugar colgado en el tiempo, Stern asimismo maneja espléndidamente los planos contraplanos, o los suaves zooms, y travellings que enfatizan sutilmente las sensaciones. A esto se suma la infravalorada música de Clint Eastwood, cuando es una deliciosa melodía que dota a las imágenes de un aura de tremebundo fatalismo, de una emotividad enervadora, con acordes de violín, guitarra y piano nos enguyen en la desesperanza de la historia. Todo esto mezclado con maestría hace la ambientación nos oprima, nos haga un nudo en la garganta, nos mimeticemos con el ánimo de los personajes.

Clint Eastwood como actor está cumbre, solo comparable al William Munny de “Unforgiven”, transmite con sus silencios, con sus gestos, con su economía facial, un dolor que lo lastra, una mirada triste, transpira humanidad, frustración, amor, cariño, vulnerabilidad, emitiendo evolución, primero con una falsa coraza que Maggie poco a poco la convertirá en ternura paterna, un tipo en el otoño de su vida que encuentra un motivo para seguir y de pronto se haya en una encrucijada cavernosa, acentuado todo en un tramo final EPICUREO-SUBLIME.  Hillary Swank está GLORIOSA, he visto muchíiiisimo cine, y pocos personajes me han conmovido tanto como ella, un trabajo que conjuga con habilidad la fisicidad con la interpretación, desborda la pantalla con una escalofriante mezcla de candidez rural y sapiencia de la experiencia de perdedora, con un manejo del tono de voz excelsa, con una sonrisa que nos derrumba, con silecios  fascinantes, sin caer en el azúcar, nos regala una actuación MAGNA, en un crescendo que llega a un final donde las palabras pierden su sentido emocional, nunca un Óscar fue más merecido. Y está un Morgan Freeman haciendo de lo que mejor sabe, de amigo fiel, la voz del que está de vuelta y sabe todo, Grande su aportación tanto en su rol como en la narración en off. Y entre los 3 se establece una química rara vez alcanzada en cine, a veces se abusa de esto apelativo (química), haciendo que pueda perder sentido cuando es tan apabullante como aquí, los sentimientos brotan entre ellos de modo natural, con diálogos chistosos, hondos, descriptivos de personalidad, MÍTICOS.


Momentos para el recuerdo muchos: Cuando vemos a Frankie rezar en su dormitorio, la cámara parece avergonzada por espiar en un plano medio donde la luz rtenue ayuda a emocionarnos; La divertida charla entre Frankie y Scrap con motivo de los calcetines rotos de este último; Cuando “Big Willie Little” visita a Frankie para decirle que lo deja, escalofriante;  Cuando Frankie arremete contra Maggie y esta se defiende exponiéndole de donde viene y que solo tiene el boxeo para escapar a su triste destino, escalofriante; Cuando el Padre Horvak le espeta a Frankie < cualquier persona que asiste a misa todos los días durante 23 años tiende a llevar mucha culpa>;  Cuando en un combate a Maggie le parten la nariz y Frankie se le arregla de modo desgarrador; El trémulo momento en que tras visitar Maggie a su carroñera familia, descubrimos de donde viene su patetismo, entonces en el coche ella le dice a Frankie < No tengo a nadie más que tú, Frankie>, escalofriante, y entonces ella le cuenta la historia de un perro que tuvo y que su padre sacrificó, relato que después tendrá capital importancia; A esto sigue que los dos van a comer tarta de limón a una cafetería de carretera, lugar en ninguna parte, donde la cámara en un suave travelling-zoom nos cuela por la ventana cual voyeures para ver como comen este postre, es como he leído el Innisfree alegórico, donde al final volveremos de modo onírico; Y por supuesto todo su ANTOLÓGICO tramo final (si no la habeis visto no sigáis leyendo)…

… Cuando Maggie es trasladada en ambulancia a Los Ángeles y ella viendo a Frankie decaído trata de sacarle una sonrisa y le dice, <Te lo dije, vamos en avión, volvemos en coche>; La última gran victoria en KO de Maggie, es contra su pusilánime familia en el hospital, la noquea con una rabia y energía poderosa; El escalofriante momento en que Maggie desde la cama le dice a Frankie que le haga lo que el padre le hizo a su perro, imposible no te punce el corazón; Cuando Frankie le echa en cara a Scrap que la culpa de la trágica situación de Maggie es suya <Si no me hubieras convencido para entrenarla esto no hubiera pasado>, escalofriante; La charla que Frankie tiene con el Padre Horvak sobre si debe ayudar a dejar de sufrir a Maggie, el párroco le dice < Si usted hace esto, estará perdido, en algún lugar tan profundo que nunca se encontrara>; Y llegamos al rush final, donde las emociones se tienen a flor de piel, la charla de Frankie con Scrap en el vestuario antes de ir al hospital, en un encuadre que las sombras los abrazan, un haz de luz los rasga, IMPONENTE, Frankie se disculpa con Scrap, echándose la culpa de la situación de Maggie, Scrap lo alienta diciéndole que toda la gente muere, pero solo unos pocos tienen la oportunidad de triunfar en lo que quieren, escalofriante; Y Frankie entra en el hospital, va a realizar uno de los actos de amor más Escalofriantes que se han visto en cine, está a oscuras, lo vemos caminar por el pasillo lentamente, entra en la habitación de Maggie, le cuenta como va a hacer su deseo de morir, después le dice que “Mo cuisle” quiere decir <Mi sangre, mi corazón>, y le da un beso, de los ojos de Maggie brotan lágrimas, Frankie desaparece, mientras Scrap nos cuenta que nunca más le ha visto, desapareció y nos enteramos entonces que la narración es una carta a la hija de Frankie, escrita por Scrap para su retoña sepa que clase de persona era su padre, deja caer Scrap que a lo mejor fue a verla o fue a otro lugar, entonces la cámara se adentra en la noche acercándose suavemente a la cafetería (Innisfree) de la tarta de limón, ESCALOFRIANTE.


Spoiler:

La cinta tiene en el ojo del huracán un tema similar a “Mar adentro” de Amenábar, la eutanasia, curiosamente los dos films se estrenaron en USA el mismo fin de semana, pero el tema es tratado de modo diferente, mientras en la española se nos empuja maniqueamente, se nos empuja a base de trazos gruesos, se nos empuja desde la superficialidad, aquí Clint ha sabido simbiotizarnos con Maggie de tal forma que sufrimos con ella y la podemos llegar a entender, derrocha crudeza, sinceridad, sensibilidad, ESCALOFRIANTE. Aquí el tema de la duda moral es tratado de modo equilibrado y mesurado, no se trivializa el tema religioso, se le da personalidad al sacerdote no caricariturizandolo, en contra de la hispana, que además es sesgada y panfletaria. Eastwood fue atacado en USA por de alguna forma ensalzar la eutanasia, en una entrevista en Los Ángeles Times dijo <He matado a mucha gente en mis películas con mi magnum 44, pero eso no quiere decir que creo es una cosa correcta de hacer>, y es que Clint deja a cada uno que saque sus propias conclusiones.

Katie Dallam
El guionista Paul Haggis proviene de la televisión, pasó por series como “Teinta y tantos”, “EZ Streets” o “Family law”, siendo director de algunos episodios, de lo que no estaba muy orgulloso, llegando a decir <Me gané bien la vida durante mucho tiempo siendo un mal escritor>, escribió el guión de “Million Dollar baby” esperando también dirigirlo, fichando para el proyecto a Hillary Swank y Morgan Freeman, le envió el guión a Clint Eastwood para hiciera de Frankie, le agradó tanto que quiso además de protagonizarlo dirigirlo, Haggis aceptó encantado, diciendo < Cuándo voy a volver a tener otra oportunidad de trabajar con Clint Eastwood? Sería de idiotas, dejarlo pasar>, Clint no alteró en nada el guión. Haggis se basa libremente  en varios cuentos de FX Toole (seudónimo de Jerry Boyd), antiguo entrenador y “cut man” (el que cura las heridas a los boxeadores en combate), publicado originalmente con el título “Rope Burns: Stories from the corner> (2000), mayormente en el que da título al film y en parte en “Agua helada”, protagonizado por Scrap y el cándido aspirante a boxeador “Peligro”. Toole se inspiró libremente en el caso real de Katie Dallam para el personaje de Maggie Fitzgerald, similares en las dos son de Missouri, de clase social baja, con familias problemáticas, las dos se iniciaron en el boxeo con más de 30 años, las dos quedaron tetrapléjicas en un combate de boxeo, la diferencia es que Katie fue en su primer combate, Maggie en su pelea por el trono mundial, Katie no se dio cuenta de la gravedad de su lesión hasta que se desvaneció en el vestuario, Katie peleó contra una jamaicana, que la visitó en el hospital interesándose por ella, Maggie lo hace contra un mal bicho alemán que la ataca a traición, y la gran diferencia, Katie sigue viva, trata de rehabilitarse y cuenta con la ayuda de una hermana, tiene como afición la pintura. “Blue Bear” es la adversaria final de Maggie, encarnada por la holandesa Lucia Rijker, boxeadora real, púgil que preparó a Hillary para boxear, la tulipán fue barajada para Terminatrix para “Terminator 3”.

Se le puede achacar que con respecto a la familia de Maggie se pasan un poco, los hacen guiñoles villanos pasados de vueltas, se le va un poco la mano a Clint, una gota de agua en un océano de maestría, digamos que si de 0 a 10 le doy un 12, esto le resta 1.

Frases para el recuerdo:

<Ser duro no es suficiente>
<Los ganadores son simplemente aquellos que están dispuestos a hacer cosas que no harán los perdedores>
<Algunas heridas son tan profundas o próximas al hueso que no puedes detener la hemorragia, hagas lo que hagas>
<Vamos en avión, volvemos en coche>
<A un boxeador que sólo tenga corazón sólo le espera una paliza>
<Ser valiente no es suficiente>
<Si esperas demasiado tendrás nada>
<En el boxeo todo va al revés: a veces la mejor manera de dar un puñetazo es retrocediendo. Pero ha retrocedido demasiado y se ha acabado el combate>
<La magia de librar batallas más allá de lo humanamente soportablese basa en lomágico que resulta arriesgar todo por un sueño que nadie más alcanza a ver excepto tú>
<A la gente le encanta la violencia. Cuando ven un accidente reducen la cvelocidad par aver si hay muertos, son los que dicen ser amantes del boxeo. No tienen ni idea de lo que es. El boxeo es cuestión de respeto, de ganarte el tuyo y quitárselo al contrario>
<Papa decía que luché para entrar en este mundo y que lucharía para salir de él>
<Mo Cuishle significa mi amor, mi sangre>


Una Obra Maestra de una Intensidad  Superlativa, gracias Clint. Un film que gana a cada visionado, envido a los que la vean por vez primera, pero asimismo al revisionarla gana en matices que la primera vez quizás no los vistes. Fuerza y honor!!!

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