MILLION DOLLAR BABY. (2004)
Este 15 de diciembre de 2014
se cumplen 10 años del estreno de una Obra Maestra y merece un recordatorio
como mínimo esta “Million Dollar Baby” donde Clint Eastwood volvió a sentarse
en el Olimpo de los Más Grandes, demostrando que contando una historia
sencilla, honesta, y muy humana se puede aún sorprender al público, su Maestría
es infinita, un lúcido tipo que a sus 74 años nos regalo una estremecedora
historia sobre unos perdedores que
rezuma clasicismo (ya desde el logo de la Warner en b/n), serenidad, mesura,
una Obra que huele a lo mejor de John Ford, y es que este realizador la hubiera
envidiado. Clint sabe llevarte por lo que parece una historia de superación, el
clásico “Sueño Americano”, con el telón de fondo del McGuffin del boxeo, una
metáfora de cómo hay que luchar en la vida, para en su íultimo tercio arrearte
un sopapo en el alma, y hacer que un punzón se te adentre en el corazón, que te
haga turbar, ponerte el vello de punta, te provocara escalofríos (palabra que
utilizaré mucho en mi crítica), te sacudirá los sentimientos, y esto lo
consigue Clint gracias a un sublime guión de Paul Haggis (“Crash”o “Banderas de
nuestros padres”), dotado de un hilo narrador voz en off encajado de modo
Homérico, con diálogos mordaces, punzantes, divertidos, profundos, con una
Fascinante construcción de personajes, un puñado de perdedores que intentan
escapar a su misero destino, y con un trío protagonista mayúsculo, CLINT
EASTWOOD, HILLARY SWANK y MORGAN FREEMAN, a lo que acompaña una Sobresaliente
ambientación que encauza de un modo sutil las trémulas emociones.
El escenario principal es el
Hit Pit en Los Ángeles, un decadente gimnasio para preparar boxeadores, lugar
al que acuden todo tipo de desarraigados, el dueño es Frankie Dunn (gran Clint
Eastwood), veterano entrenador de pugilistas en horas bajas, un lacónico y
adusto tipo, vive atormentado por que su hija no quiere saber nada de él,
reflejado en las cartas que le envía y le devuelven sin abrir, también va a
menudo a la Iglesia donde angustia con sus continuas dudas al Padre Horvak (buen Brian F. O'Byrne )es adepto a la alectura del poeta irlandés Yeats, asimismo gusta de
aprender gaélico. El Hit Pit tiene como bedel a Eddie “Scrap” Dupris (gran
Morgan Freeman), avejentado exboxeador gran amigo y confidente de Frankie,
perdió un ojo en un combate, hecho por el cuál se culpa Frankie que lo
entrenaba y no tiró la toalla a tiempo, “Scrap” es además el narrador en “off”
del relato. Hasta el Hit Pit llega Maggie Fitzgerald (gran Hilary Swank), mujer
de 31 años, camarera que sueña con salir de su misera vida a través del boxeo,
proviene de las montañas Orzak en Missouri, anhela que la entrene Frankie, este
se niega pues dice no entrena a niñas, pero la testarudez de Maggie hacen ceder
a Frankie que decide a regañadientes prepararla, siendo el mantra de sus
consejos <Debes protegerte en todo momento en el ring>. Comenzando una
serie de asaltos que la haran escalar en el ranking puglistico, además de ir
forjándose vínculos paterno-filiales entre Frankie y Maggie, pero en el último
tercio de la historia se producirá una catarsis que… En el relato tendrán
cierto peso otros personajes, la madre de Maggie (buena Margo Martindale)
, un boxeador que deja a Frankie, Big Willie Little ( Mike Colter ), o un escuálido e ingenuo chico que fantasea en el gimnasio con ser
campeón, “Peligro” Barch ( buen Jay Burachel ).
El proyecto no fue un camino
de rosas, varios estudios rehusaron poner los 30 millones $ requeridos, no
veian éxito en la empresa, Clint convenció a Lakeshore Entertaiment para poner
la mitad de la plata (tendrían derecho a la distribución en el extranjero) con
la Warner, que pondría la otra mitad. Eastwood rodó en menos de 40 días, entre
junio y julio de 2004 en Los Ángeles, siendo un tremendo éxito taquillero.
El film juega con el
espectador, creemos estar en presencia de la clásica historia de boxeador
entrenado por cascarrabias que gracias a su empuje y tesón llega a lo más alto,
no doy nombres, pero hay decenas de films, y aunque solo fuera así hubiera
quedado contento por la forma tan humanista e intimista que Eastwood nos lo
relata, pero en el tercio final la cinta vira y hace se nos clave un aguijón
perenne en lo más hondo de nuestros sentimientos, haciendo eterna la historia
en nuestro subconsciente, ello lo hace sin acudir a la sensiblería, ni al
maniqueísmo fácil, lo hace con nobleza. Clint nos obsequia con una densa historia
bañada en una tremenda nostalgia, un tsunami de melancolía recorre cada
fotograma, sobre un tipo en el ocaso de
su vida que encuentra en una chica motivo para la redención de sus pecados, una
perdedora solitaria que busca un sentido a su patética vida peleando, física y
espiritualmente, y el tercer vértice es la voz del sabio crepúsculo, un anciano
tuerto, un Polifemo que es la voz de la experiencia, de una vida que le ha
golpeado pero no vencido, todos ellos personajes que por más bajo que estén
serán íntegros y alzaran la cabeza, serán una familia, Maggie (perdió a la
única persona que la quiso, su padre) una hija para Frankie (su hija no quiere
saber nada de él). Protagonistas oprimidos por un pasado duro, que buscan
salidas en el presente, evocando temas como el perdón, los sentimientos de
culpa, la esperanza, la superación personal, los sueños, la amistad, la
lealtad, la familia, el dolor, la fe, la búsqueda de la felicidad (de nuestro
Innisfree), las relaciones paterno-filiales, en esto último Eastwood lo hace
bandera en varios de sus films, radiografiando familias tradicionales vs. familias
artificiales, esto se aborda de ciertas maneras en "Un
mundo perfecto", "Los puentes de Madison", "Poder
absoluto" o "Mystic River" anterior a esta, y “El intercambio” o
“Gran Torino” posteriores, Clint toca temas crepusculares sobre el
lapidario lastre de la vejez, con poso de amargura, pesimismo y ansias de
exoneración.

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Lucia Rijker (Blue Bear) |
Clint lo cuenta con un
conmovedor sentido lírico, removiéndonos las entrañas, buscando reflexionemos,
pensemos, tomemos partido, ahonda en la compleja Condición Humana. Clint sabe conjugar
formidablemente el tono dramático con dosis maravillosas de humor, y aún así
sin alejarse del patetismo, incluso nos empuja hacia la vertiente religiosa con
las conversaciones teológicas entre Frankie y el sacerdote. Explora los golpes
del destino, el existencialismo vital, se adentra en las dudas morales, en las
encrucijadas que te ponen en la tesitura que hagas lo que hagas te
arrepentiras, introspecciona a los personajes con un gran sentido poético, lo
hace acunada la narración sobre la voz en off de Morgan Freeman (como ya hizo
en “Cadena perpetua”), que atomiza su sentido en el final, resultando en
formato fílmico un poema de amor a la vida y la Ilusión por superar las
dificultades, apoyado en un Monumento a las relaciones humanas, de las que manan
enternecedoras situaciones en un crescendo dramático que se torna asfixiante,
enguyendonos una intensidad angustiosa que desemboca en un final que nos hace
tamablearnos anímicamente. Clint sabe inundar de empatía a sus personajes,
dotando de personalidad a los secundarios a los que dá sus minutos de gloria en
subtramas sugestivas, como la de “Peligro”, o como la de “Big Willie Little”, o la de la penosa
familia de Maggie.
El realizador californiano
desarrolla su relato con ritmo sereno pero fluido, en ciertos tramos acudiendo
a los silencios, para dejar el peso sobre las miradas y los gestos, apoyándose
en recursos de guión sugestivos, los calcetines de Scrap, la lejía, la botella
de hielo, la tarta de limón, el punching, la poesía de Yeats (sirve para
tributo a John Ford y su “Innisfree”), la lengua gaélica, de la que deriva el
alias de Maggie "Mo Cuishla" (no nos enteramos hasta el estremecedor
final de su significado). También es destacable el uso que el realizador hace
de la relación de Frankie con su hija, no sabemos que les sucedió, deja el
espectador imagine, tampoco hecha mano de los manidos flash-backs que te lo dan
todo masticado (podría hacerlo para el combate en que perdió el ojo Scrap),
hace del público una persona inteligente.

La puesta en escena refleja una sobriedad engañosa,
pues en su austeridad no hace más que remarcar la frugalidad de los
protagonistas, empezando por un excelente diseño de producción de Henry
Bumstead (“Vertigo”, “Matar a un ruiseñor” o “El golpe”) haciendo del gimnasio
un protagonista, un desvencijado y mugriento lugar que parece la anmtesala del
purgatorio donde van a parar los que nada les queda, o el parco apartamento de
Maggie, o … todo esto potenciado dramáticamente por la EXTRAORDINARIA fotografía de Tom Stern (habitual de Clint,
“Mystic River”, “Gran Torino” o “Banderas de nuestros padres”) , envolviendo
cada imagen en un trémulo halo de expresionismo vital, siempre poca luz, jugando
con las sombras, la penumbra, los claroscuros, los contraluces, con secuencias
cuasi-chinescas (bellas las tomas a contraluz de maggie golpenado el saco),
componiendo con impresionantes encuadres postales de una belleza sibarita,
haciendo del gimnasio un lugar de cuasi-ultratumba, un lugar colgado en el
tiempo, Stern asimismo maneja espléndidamente los planos contraplanos, o los
suaves zooms, y travellings que enfatizan sutilmente las sensaciones. A esto se
suma la infravalorada música de Clint Eastwood, cuando es una deliciosa melodía
que dota a las imágenes de un aura de tremebundo fatalismo, de una emotividad
enervadora, con acordes de violín, guitarra y piano nos enguyen en la
desesperanza de la historia. Todo esto mezclado con maestría hace la ambientación
nos oprima, nos haga un nudo en la garganta, nos mimeticemos con el ánimo de
los personajes.
Clint Eastwood como actor está cumbre, solo comparable
al William Munny de “Unforgiven”, transmite con sus silencios, con sus gestos,
con su economía facial, un dolor que lo lastra, una mirada triste, transpira
humanidad, frustración, amor, cariño, vulnerabilidad, emitiendo evolución,
primero con una falsa coraza que Maggie poco a poco la convertirá en ternura
paterna, un tipo en el otoño de su vida que encuentra un motivo para seguir y
de pronto se haya en una encrucijada cavernosa, acentuado todo en un tramo
final EPICUREO-SUBLIME. Hillary Swank
está GLORIOSA, he visto muchíiiisimo cine, y pocos personajes me han conmovido
tanto como ella, un trabajo que conjuga con habilidad la fisicidad con la
interpretación, desborda la pantalla con una escalofriante mezcla de candidez
rural y sapiencia de la experiencia de perdedora, con un manejo del tono de voz
excelsa, con una sonrisa que nos derrumba, con silecios fascinantes, sin caer en el azúcar, nos
regala una actuación MAGNA, en un crescendo que llega a un final donde las
palabras pierden su sentido emocional, nunca un Óscar fue más merecido. Y está
un Morgan Freeman haciendo de lo que mejor sabe, de amigo fiel, la voz del que
está de vuelta y sabe todo, Grande su aportación tanto en su rol como en la
narración en off. Y entre los 3 se establece una química rara vez alcanzada en
cine, a veces se abusa de esto apelativo (química), haciendo que pueda perder
sentido cuando es tan apabullante como aquí, los sentimientos brotan entre
ellos de modo natural, con diálogos chistosos, hondos, descriptivos de
personalidad, MÍTICOS.

Momentos para el recuerdo
muchos: Cuando vemos a Frankie rezar en su dormitorio, la cámara parece
avergonzada por espiar en un plano medio donde la luz rtenue ayuda a
emocionarnos; La divertida charla entre Frankie y Scrap con motivo de los
calcetines rotos de este último; Cuando “Big Willie Little” visita a Frankie
para decirle que lo deja, escalofriante; Cuando Frankie arremete contra Maggie y esta
se defiende exponiéndole de donde viene y que solo tiene el boxeo para escapar
a su triste destino, escalofriante; Cuando el Padre Horvak le espeta a Frankie
< cualquier persona que asiste a misa todos los días durante 23 años tiende
a llevar mucha culpa>; Cuando en un
combate a Maggie le parten la nariz y Frankie se le arregla de modo
desgarrador; El trémulo momento en que tras visitar Maggie a su
carroñera familia, descubrimos de donde viene su patetismo, entonces en el
coche ella le dice a Frankie < No tengo a nadie más que tú,
Frankie>, escalofriante, y entonces ella le cuenta la historia de un perro
que tuvo y que su padre sacrificó, relato que después tendrá capital
importancia; A esto sigue que los dos van a comer tarta de limón a una
cafetería de carretera, lugar en ninguna parte, donde la cámara en un suave
travelling-zoom nos cuela por la ventana cual voyeures para ver como comen este
postre, es como he leído el Innisfree alegórico, donde al final volveremos de
modo onírico; Y por supuesto todo su ANTOLÓGICO tramo final (si no la habeis
visto no sigáis leyendo)…
… Cuando Maggie es trasladada
en ambulancia a Los Ángeles y ella viendo a Frankie decaído trata de sacarle
una sonrisa y le dice, <Te lo dije, vamos en avión, volvemos en coche>;
La última gran victoria en KO de Maggie, es contra su pusilánime familia en el
hospital, la noquea con una rabia y energía poderosa; El escalofriante momento
en que Maggie desde la cama le dice a Frankie que le haga lo que el padre le
hizo a su perro, imposible no te punce el corazón; Cuando Frankie le echa en
cara a Scrap que la culpa de la trágica situación de Maggie es suya <Si no
me hubieras convencido para entrenarla esto no hubiera pasado>,
escalofriante; La charla que Frankie tiene con el Padre Horvak sobre si debe
ayudar a dejar de sufrir a Maggie, el párroco le dice < Si usted hace esto, estará perdido, en algún lugar tan profundo que
nunca se encontrara>; Y llegamos al rush final, donde las emociones se
tienen a flor de piel, la charla de Frankie con Scrap en el vestuario antes de
ir al hospital, en un encuadre que las sombras los abrazan, un haz de luz los
rasga, IMPONENTE, Frankie se disculpa con Scrap, echándose la culpa de la
situación de Maggie, Scrap lo alienta diciéndole que toda la gente muere, pero
solo unos pocos tienen la oportunidad de triunfar en lo que quieren,
escalofriante; Y Frankie entra en el hospital, va a realizar uno de los actos
de amor más Escalofriantes que se han visto en cine, está a oscuras, lo vemos
caminar por el pasillo lentamente, entra en la habitación de Maggie, le cuenta
como va a hacer su deseo de morir, después le dice que “Mo cuisle” quiere decir
<Mi sangre, mi corazón>, y le da un beso, de los ojos de Maggie brotan
lágrimas, Frankie desaparece, mientras Scrap nos cuenta que nunca más le ha
visto, desapareció y nos enteramos entonces que la narración es una carta a la
hija de Frankie, escrita por Scrap para su retoña sepa que clase de persona era
su padre, deja caer Scrap que a lo mejor fue a verla o fue a otro lugar,
entonces la cámara se adentra en la noche acercándose suavemente a la cafetería
(Innisfree) de la tarta de limón, ESCALOFRIANTE.

Spoiler:
La cinta tiene en el ojo del
huracán un tema similar a “Mar adentro” de Amenábar, la eutanasia, curiosamente
los dos films se estrenaron en USA el mismo fin de semana, pero el tema es tratado
de modo diferente, mientras en la española se nos empuja maniqueamente, se nos
empuja a base de trazos gruesos, se nos empuja desde la superficialidad, aquí
Clint ha sabido simbiotizarnos con Maggie de tal forma que sufrimos con ella y
la podemos llegar a entender, derrocha crudeza, sinceridad, sensibilidad,
ESCALOFRIANTE. Aquí el tema de la duda moral es tratado de modo equilibrado y
mesurado, no se trivializa el tema religioso, se le da personalidad al
sacerdote no caricariturizandolo, en contra de la hispana, que además es sesgada
y panfletaria. Eastwood fue atacado en USA por de alguna forma ensalzar la
eutanasia, en una entrevista en Los Ángeles Times dijo <He matado a mucha gente en mis películas con mi magnum 44, pero eso no
quiere decir que creo es una cosa correcta de hacer>, y es que Clint deja a
cada uno que saque sus propias conclusiones.
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Katie Dallam |
El guionista Paul Haggis
proviene de la televisión, pasó por series como “Teinta y tantos”, “EZ Streets”
o “Family law”, siendo director de algunos episodios, de lo que no estaba muy
orgulloso, llegando a decir <Me gané bien la vida durante mucho tiempo
siendo un mal escritor>, escribió el guión de “Million Dollar baby”
esperando también dirigirlo, fichando para el proyecto a Hillary Swank y Morgan
Freeman, le envió el guión a Clint Eastwood para hiciera de Frankie, le agradó
tanto que quiso además de protagonizarlo dirigirlo, Haggis aceptó encantado,
diciendo < Cuándo voy a volver a tener otra oportunidad de trabajar con
Clint Eastwood? Sería de idiotas, dejarlo pasar>, Clint no alteró en nada el
guión. Haggis se basa libremente en
varios cuentos de FX Toole (seudónimo de Jerry Boyd), antiguo entrenador y “cut
man” (el que cura las heridas a los boxeadores en combate), publicado
originalmente con el título “Rope Burns: Stories from the corner> (2000),
mayormente en el que da título al film y en parte en “Agua helada”, protagonizado
por Scrap y el cándido aspirante a boxeador “Peligro”. Toole se inspiró
libremente en el caso real de Katie Dallam para el personaje de Maggie
Fitzgerald, similares en las dos son de Missouri, de clase social baja, con
familias problemáticas, las dos se iniciaron en el boxeo con más de 30 años,
las dos quedaron tetrapléjicas en un combate de boxeo, la diferencia es que
Katie fue en su primer combate, Maggie en su pelea por el trono mundial, Katie
no se dio cuenta de la gravedad de su lesión hasta que se desvaneció en el
vestuario, Katie peleó contra una jamaicana, que la visitó en el hospital
interesándose por ella, Maggie lo hace contra un mal bicho alemán que la ataca
a traición, y la gran diferencia, Katie sigue viva, trata de rehabilitarse y
cuenta con la ayuda de una hermana, tiene como afición la pintura. “Blue Bear”
es la adversaria final de Maggie, encarnada por la holandesa Lucia Rijker,
boxeadora real, púgil que preparó a Hillary para boxear, la tulipán fue
barajada para Terminatrix para “Terminator 3”.
Se le puede achacar que con
respecto a la familia de Maggie se pasan un poco, los hacen guiñoles villanos
pasados de vueltas, se le va un poco la mano a Clint, una gota de agua en un
océano de maestría, digamos que si de 0 a 10 le doy un 12, esto le resta 1.
Frases para el recuerdo:
<Ser duro no es suficiente>
<Los ganadores son simplemente aquellos que están
dispuestos a hacer cosas que no harán los perdedores>
<Algunas heridas son tan profundas o próximas al
hueso que no puedes detener la hemorragia, hagas lo que hagas>
<Vamos en avión, volvemos en coche>
<A un boxeador que sólo tenga corazón sólo le
espera una paliza>
<Ser valiente no es suficiente>
<Si esperas demasiado tendrás nada>
<En el boxeo todo va al revés: a veces la mejor
manera de dar un puñetazo es retrocediendo. Pero ha retrocedido demasiado y se
ha acabado el combate>
<La magia de librar batallas más allá de lo
humanamente soportablese basa en lomágico que resulta arriesgar todo por un
sueño que nadie más alcanza a ver excepto tú>
<A la gente le encanta la violencia. Cuando ven un
accidente reducen la cvelocidad par aver si hay muertos, son los que dicen ser
amantes del boxeo. No tienen ni idea de lo que es. El boxeo es cuestión de
respeto, de ganarte el tuyo y quitárselo al contrario>
<Papa decía que luché para entrar en este mundo y que lucharía
para salir de él>
<Mo Cuishle significa mi amor, mi sangre>
Una Obra Maestra de una Intensidad Superlativa, gracias Clint. Un film que gana
a cada visionado, envido a los que la vean por vez primera, pero asimismo al
revisionarla gana en matices que la primera vez quizás no los vistes. Fuerza y
honor!!!
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